La Red Nacional de Biobancos propone una estrategia para mejorar la evaluación de la calidad e integridad de las muestras de tejidos humanas conservadas en los biobancos.
Gracias a los biobancos, la comunidad científica tiene acceso a diferentes muestras biológicas que facilitan su labor investigadora en torno a las distintas enfermedades. Ahora, un nuevo estudio propone una estrategia para mejorar la evaluación de la calidad e integridad de las muestras de tejidos humanas conservadas en los biobancos. El trabajo, publicado en la revista 'Journal of Translational Medicine', ha sido llevado a cabo por 14 biobancos españoles, que forman parte de la Red Nacional de Biobancos y entre los que se encuentra el Banco de Tejidos de la Fundación CIEN.
El estudio se enmarca dentro del proyecto multicéntrico OPTIMARK de la Red Nacional de Biobancos, financiado por el Instituto de Salud Carlos III, y sus conclusiones tratan de facilitar la solución de uno de los principales problemas que tiene la investigación biomédica hoy en día a nivel internacional: la irreproducibilidad de los datos obtenidos del empleo de muestras biológicas humanas.
Tras recopilar y analizar los procedimientos utilizados hasta la fecha, los investigadores han diseñado un método basado en dos algoritmos para recomendar el método más eficaz de evaluación de la calidad de las muestras. De este modo, el trabajo sienta las bases para la búsqueda de biomarcadores específicos que sirvan para evaluar la calidad de los tejidos, y que son útiles también para estudiar los riesgos y daños que pueden sufrir las muestras.
Cristina Villena, coordinadora del trabajo y de la Red Nacional de Biobancos del ISCIII, explica: "Se estima que el 50% de las publicaciones científicas en biomedicina no son reproducibles debido a varios factores, entre los que destacan los sesgos consecuencia de la falta de rigurosidad en el empleo de muestras humanas". La idea es concretar e implantar nuevos métodos analíticos que permitan una mejor evaluación periódica de las colecciones de muestras, para mejorar su obtención, procesamiento y almacenamiento.
El estudio está relacionado con una disciplina científica emergente, denominada biospecimen research, que tiene como objetivo mejorar el conocimiento sobre el comportamiento de las propias muestras biológicas. Y es que la utilidad de los biobancos crece al mismo ritmo que los retos sobre su manejo. Cada vez hay más proyectos de investigación que necesitan muestras biológicas para comprender las enfermedades, diagnosticarlas o buscar terapias de precisión en el marco de la medicina personalizada. Por ello, esta investigación ayudará a mejorar la estandarización de la calidad de las muestras biológicas, un factor clave para afianzar y avanzar en el conocimiento hacia una mejora de la asistencia sanitaria.